La Guerra de la Independencia y la Constitución de 1812
El 2 de mayo de 1808 los madrileños se levantaron contra las tropas francesas de Murat, y así comenzó la Guerra de la Independencia. Esta guerra fue súper compleja porque tuvo varias dimensiones: fue un conflicto internacional (Francia contra Inglaterra), una guerra civil (afrancesados contra patriotas), y una guerra popular.
Lo más característico fueron las guerrillas y la resistencia de las ciudades. La Batalla de Bailén (1808) fue clave porque los españoles derrotaron por primera vez a los franceses. La guerra duró hasta 1814, cuando Napoleón firmó el Tratado de Valençay reconociendo a Fernando VII como rey legítimo.
Mientras tanto, se formaron Juntas de Gobierno por toda España para organizar la resistencia. Estas Juntas se unificaron en la Junta Suprema Central en Cádiz, que después se convirtió en las famosas Cortes de Cádiz.
Las Cortes aprobaron la Constitución de 1812, que fue revolucionaria para su época. Establecía la soberanía nacional, división de poderes, igualdad ante la ley, y sufragio censitario masculino. También garantizaba derechos individuales y educación universal, aunque mantenía el catolicismo como religión oficial.
Dato curioso: La Constitución de 1812 se conoce como "La Pepa" porque se aprobó el 19 de marzo, día de San José.
Este período sentó las bases del liberalismo español y creó la división política entre progresistas y absolutistas que marcaría todo el siglo XIX.