Crisis romana y llegada de los visigodos
A partir del siglo III, el Imperio Romano entró en una crisis profunda que afectó a toda Hispania. Las conquistas habían terminado, faltaban esclavos y las fronteras eran presionadas por los pueblos bárbaros. La economía se ruralizó y las ciudades se despoblaron.
En 409, suevos, vándalos y alanos cruzaron los Pirineos y se repartieron la península. Los suevos se quedaron en Galicia, los alanos en Portugal y los vándalos en Andalucía. Mientras tanto, los visigodos estaban en el sur de Francia como aliados de Roma.
Los visigodos entraron en Hispania en 415 como tropas federadas para expulsar a los otros bárbaros. Cumplieron su misión parcialmente: arrinconaron a los suevos, eliminaron a los alanos y expulsaron a los vándalos al norte de África.
Tras la caída del Imperio Romano (476), los visigodos crearon un reino con capital en Tolosa, pero los francos los derrotaron en Vouillé (507) y tuvieron que refugiarse en España, estableciendo su nueva capital en Toledo.
💡 Secuencia clave: Crisis romana → invasiones bárbaras → visigodos como "policías" de Roma → derrota ante francos → reino de Toledo.