Fernando VII y la Independencia de Hispanoamérica
Fernando VII, "el Deseado", resultó ser un rey absolutista que traicionó todas las expectativas. En 1814 abolió la Constitución de Cádiz y persiguió brutalmente a los liberales, restaurando la Inquisición y el Antiguo Régimen.
El Trienio Liberal (1820-1823) comenzó con el pronunciamiento de Rafael de Riego, obligando al rey a jurar la Constitución. Durante estos tres años se intentaron reformas profundas como la abolición del feudalismo y la desamortización eclesiástica, pero Fernando VII saboteó constantemente las medidas liberales.
La independencia de Hispanoamérica fue consecuencia directa de la crisis peninsular. Los criollos, hartos del monopolio comercial y sin acceso al poder político, aprovecharon la debilidad española para crear juntas independentistas. Bolívar desde el norte y San Martín desde el sur liberaron todo el continente, culminando con la batalla de Ayacucho (1824).
El reinado terminó con la "Década Ominosa" (1823-1833), donde Fernando VII volvió al absolutismo más férreo. Su muerte en 1833 provocó las Guerras Carlistas, ya que los absolutistas apoyaron a su hermano Carlos frente a su hija Isabel II.
💡 Consecuencia clave: España perdió su imperio americano y se convirtió en una potencia de segundo orden, mientras que el conflicto entre liberales y absolutistas marcaría todo el siglo XIX español.