El bipartidismo liberal: moderados vs progresistas
A partir de 1837 se consolidó un sistema bipartidista que duraría hasta 1868. Dos fuerzas políticas se alternarían en el poder, cada una con sus bases sociales y sus ideas bien definidas.
Los moderados representaban a las grandes fortunas: alta nobleza, alta burguesía y campesinos ricos. Hicieron un pacto con la Corona: le daban muchos poderes a cambio de que los mantuviera en el gobierno todo el tiempo posible. Defendían una administración centralizada y leyes electorales restrictivas.
Los progresistas eran el partido de las clases medias urbanas: profesionales liberales, abogados, médicos, ingenieros. Controlaban los ayuntamientos de las ciudades y tenían mucha influencia en el ejército. Como la Corona siempre favorecía a los moderados, su única opción para llegar al poder eran los pronunciamientos militares.
Esta dinámica creó un problema estructural: los moderados se aliaron con la Iglesia y la Corona para monopolizar el poder, lo que obligó a los progresistas a buscar siempre el apoyo del ejército para cambiar las cosas.
Para recordar: En 1849 nació el Partido Demócrata, que defendía el sufragio universal masculino y los derechos de los trabajadores. Era el sector más avanzado del liberalismo español.