Las Revoluciones de 1848: La Primavera de los Pueblos
¿Te imaginas vivir en una época donde el hambre y la falta de trabajo llevaran a toda una generación a rebelarse? Eso fue exactamente lo que pasó en 1848, cuando Europa explotó en revoluciones simultáneas.
La crisis económica fue brutal: las cosechas fallaron, los precios se dispararon y las familias trabajadoras no podían permitirse ni lo básico. Mientras tanto, las bolsas se desplomaron, los bancos quebraron y el paro se extendió como la pólvora por todo el continente.
Pero no solo era hambre lo que movía a la gente. Millones de europeos estaban hartos del liberalismo moderado y exigían algo más radical: sufragio universal, una república de verdad y derechos sociales reales.
Francia fue donde todo empezó en febrero de 1848. Un levantamiento popular tiró del trono a Luis Felipe de Orleans y proclamó la II República. El nuevo gobierno provisional fue revolucionario: sufragio universal masculino, libertad de prensa, abolición de la pena de muerte y los famosos Talleres Nacionales para combatir el paro.
💡 Dato clave: Los Talleres Nacionales fueron el primer experimento europeo de empleo público masivo dirigido por el Estado.
Sin embargo, la euforia duró poco. Tras las elecciones llegó un gobierno más moderado que eliminó muchas de estas medidas progresistas. En junio, los trabajadores se alzaron pidiendo una "república social", pero el ejército aplastó brutalmente la rebelión. Al final, en 1851 Luis Napoleón Bonaparte se hizo con el poder y proclamó el II Imperio francés.