El colapso: del motín de Aranjuez a José Bonaparte
En 1807, Godoy firmó el Tratado de Fontainebleau con Napoleón, supuestamente para invadir Portugal juntos. Era una trampa: las tropas francesas entraron en España en febrero de 1808 y se quedaron, ocupando ciudades estratégicas como Madrid y Barcelona.
El 18 de marzo de 1808 estalló el motín de Aranjuez. La nobleza y el pueblo, hartos de Godoy, lo derrocaron y pusieron en el trono a Fernando VII. Pero Carlos IV, humillado, pidió ayuda a Napoleón para recuperar su corona. Menudo error.
Napoleón vio la oportunidad perfecta: llamó a padre e hijo a Bayona y les hizo abdicar a los dos sin apenas resistencia. Las famosas abdicaciones de Bayona pusieron fin a la dinastía borbónica y entregaron España en bandeja al emperador francés.
José Bonaparte se convirtió en rey de España el 7 de julio de 1808 con el Estatuto de Bayona. Aunque prometía reformas modernizadoras como la igualdad ante la ley y el fin del régimen señorial, los españoles lo veían como un invasor. La mayoría de funcionarios, sin embargo, se pasaron a su bando sin rechistar.
Dato clave: El Estatuto de Bayona abolía la Inquisición y prometía acabar con el Antiguo Régimen, pero fue impuesto por un rey extranjero sin legitimidad popular.