La Crisis del Siglo XVII y Galicia
El siglo XVII trajo la decadencia de los Austrias con Felipe III, Felipe IV y Carlos II. El Conde-Duque de Olivares intentó salvar la situación con la Unión de Armas, que pretendía repartir los gastos militares entre todos los territorios en lugar de cargar solo a Castilla.
Este proyecto fracasó estrepitosamente y provocó rebeliones masivas en 1640. Cataluña se rebeló tras el "Corpus de Sangre" y pactó temporalmente con Francia, mientras que Portugal se independizó definitivamente en 1668 proclamando al duque de Braganza como rey.
La crisis socioeconómica fue devastadora: pestes, malas cosechas, expulsión de los moriscos y competencia de otras potencias europeas. La población disminuyó, la industria se hundió y la monarquía quebró varias veces. Surgió una nueva clase social de pobres, mendigos y pícaros.
Galicia durante los Austrias experimentó un crecimiento demográfico notable gracias al maíz americano y nuevas técnicas agrícolas. La economía se basaba en el sistema de foros (contratos de tres generaciones), la pesca del bacalao y el cultivo intensivo en la costa atlántica. Sin embargo, el dominio de los fidalgos dificultó la modernización al consumir toda la riqueza en lugar de reinvertirla.
Curiosidad: Galicia llegó a duplicar su población entre los siglos XVI y XVII, convirtiéndose en uno de los territorios más poblados del XVIII.