Las Olas Revolucionarias Cuando Europa se Rebeló
Aunque los poderosos intentaron borrar las ideas revolucionarias, estas habían calado hondo en los pueblos europeos. El resultado fueron dos grandes olas revolucionarias que sacudieron el continente.
La primera ola (década de 1820) afectó a España, Portugal, Nápoles y Piamonte, donde se establecieron gobiernos liberales que duraron poco. La Santa Alianza intervino rápidamente y los monarcas absolutos recuperaron el poder con dura represión. Solo Grecia logró triunfar, proclamando su independencia del Imperio turco en 1822.
La segunda ola (1830) comenzó en Francia, donde fue derrocado el último Borbón (Carlos X) y se estableció una monarquía constitucional con Luis Felipe de Orleans. Esta revolución se extendió por Europa como la pólvora. Bélgica logró su independencia de Holanda, alterando por primera vez el mapa de 1815, aunque Polonia fracasó en su intento independentista contra Rusia.
¡Resultado importante! Tras estas revueltas, la mayoría de países de Europa Occidental abandonaron el absolutismo y adoptaron gobiernos liberales moderados basados en la Constitución francesa de 1791.