Gran Bretaña, Francia y Holanda
Gran Bretaña desarrolló un modelo colonial único basado en compañías comerciales independientes que promovían la llegada de colonos. Desde 1620, establecieron asentamientos en la costa este de Norteamérica que mantenían cierto autogobierno.
En el Caribe, los británicos fundaron factorías en Barbados, Bermudas y Bahamas. Pero su gran éxito fue en India, donde conquistaron Madrás, Bombay y Calcuta, estableciendo las bases del futuro imperio colonial más importante del siglo XIX.
Francia se centró en Norteamérica y el Caribe, fundando Quebec y Montreal, y explorando el río Misisipi hasta crear la colonia de Luisiana con su capital, Nueva Orleans. En el Caribe, convirtieron antiguos refugios de corsarios en prósperas plantaciones de azúcar.
Estrategia holandesa: Holanda se especializó en el comercio marítimo, estableciendo compañías para explotar sus colonias de manera eficiente.
Holanda destacó en el Extremo Oriente, donde expulsó a Portugal de Malaca y Ceilán, controlando el comercio entre India, China y Europa desde Batavia. También fueron los únicos europeos con una base comercial en el aislado Japón.