La Reconquista: Cómo los Cristianos Recuperaron la Península
La Reconquista comenzó en las montañas del norte, donde los cristianos nunca fueron completamente sometidos. Todo empezó con Pelayo en Covadonga (722), una pequeña victoria que se convirtió en símbolo de resistencia.
Desde la Cordillera Cantábrica surgió el reino de Asturias, que luego se convirtió en León cuando Alfonso III trasladó la capital. Castilla empezó siendo un condado rebelde que acabó independizándose y uniéndose con León en 1230. Mientras tanto, en los Pirineos nacieron Navarra, Aragón y los condados catalanes, que después formarían la Corona de Aragón.
La expansión territorial siguió un patrón claro: primero se consolidaron las tierras del Duero siglosVIII−X, luego cayó Toledo en 1085, y finalmente, tras la victoria en las Navas de Tolosa (1212), se conquistaron Andalucía, Valencia y Baleares en el siglo XIII.
Políticamente, Castilla desarrolló un sistema más centralizado con el rey como autoridad suprema, mientras que Aragón funcionaba como una confederación donde cada reino mantenía sus propias leyes y Cortes. Esta diferencia marcará el futuro de España durante siglos.
Recuerda: Las Órdenes Militares (Santiago, Calatrava, Alcántara) jugaron un papel crucial en la conquista, especialmente en las zonas fronterizas más peligrosas.