La Convención y el Terror: La Revolución se Radicaliza (1792-1795)
En 1792, la revolución dio un giro radical. La Convención, elegida por sufragio universal masculino, abolió la monarquía y proclamó la República. El debate sobre qué hacer con Luis XVI dividió profundamente a los revolucionarios.
Los jacobinos, liderados por Robespierre, se impusieron a los girondinos moderados. Luis XVI fue juzgado, condenado por traición y guillotinado públicamente en 1793. Su ejecución conmocionó a las monarquías europeas, que formaron una coalición internacional contra Francia.
La respuesta francesa fue la "leva en masa": el primer ejército nacional basado en el servicio militar obligatorio. Campesinos y artesanos salvaron la revolución enfrentándose a los ejércitos profesionales europeos, pero el precio interno fue terrible.
En 1793 comenzó el Terror. Robespierre y los jacobinos, apoyados por los sans-culottes (clases populares urbanas), impusieron una dictadura revolucionaria. La nueva Constitución de 1793 establecía el sufragio universal y reformas sociales como salarios mínimos y educación gratuita, pero nunca entró en vigor debido a la guerra.
El Terror significó miles de ejecuciones de "enemigos del pueblo". Paradójicamente, Robespierre acabó siendo víctima de su propia política: en 1794 fue detenido y guillotinado, marcando el fin de la fase más radical de la revolución.
Dato impactante: Durante el Terror se ejecutaron aproximadamente 17.000 personas, incluyendo nobles, clérigos, burgueses y también revolucionarios como el propio Robespierre.