El Final del Experimento Liberal
El Trienio Liberal enfrentó problemas desde el inicio. Fernando VII saboteaba constantemente el régimen usando su derecho de veto, mientras conspiraba con las potencias europeas para recuperar el poder absoluto. ¡El rey era el principal enemigo de su propio gobierno!
Los campesinos, decepcionados porque las reformas no les dieron tierras ni redujeron impuestos, empezaron a apoyar a los realistas. La nobleza y la Iglesia, furiosas por perder privilegios, fomentaron partidas realistas armadas que controlaron regiones enteras.
Los propios liberales se dividieron entre moderados (que querían reformas suaves) y exaltados (que defendían cambios radicales). Esta división debilitó al gobierno justo cuando más unidad necesitaba para enfrentar la reacción absolutista.
La Santa Alianza europea no podía permitir que el liberalismo triunfara. En 1823, los Cien Mil Hijos de San Luis (ejército francés) invadieron España sin apenas resistencia. El gobierno liberal, aislado y sin apoyo popular, se rindió en Cádiz.
Fernando VII recuperó el poder absoluto en octubre de 1823 e inició una feroz represión. Miles de liberales fueron perseguidos, ejecutados o exiliados. Figuras como Martínez de la Rosa tuvieron que huir a Francia o Inglaterra, llevándose consigo el sueño de una España liberal.
🌊 Legado imborrable: Aunque fracasó, el Trienio Liberal demostró que el cambio era posible. Las ideas constitucionales habían echado raíces y resurgiirían con más fuerza tras la muerte de Fernando VII en 1833.