El Clergat: Poder Espiritual y Terrenal
El clergat no era solo el estamento religioso, sino también uno de los mayores propietarios de tierra y recaudadores de impuestos del reino. Se dividía claramente entre el alto clergat (cardenales, obispos) que solían ser hijos menores de nobles, y el bajo clergat (curas, monjes) de origen campesino.
Su poder económico era impresionante: poseían y administraban señoríos igual que la nobleza, controlando tanto la vida espiritual como material de sus territorios. Además, tenían el derecho exclusivo de cobrar el delme, un impuesto del 10% sobre las cosechas que garantizaba su financiación.
Esta doble naturaleza del clergat creaba tensiones internas constantes. Mientras el alto clergat vivía como auténticos príncipes, el bajo clergat compartía las dificultades económicas del pueblo llano, lo que generaba conflictos que explorarían más tarde las ideas ilustradas.
Concepto clave: El delme no era una donación voluntaria, sino un impuesto obligatorio que pesaba enormemente sobre los campesinos.