El fin de la Revolución y la era napoleónica
Tras la caída de Robespierre, se instauró el Directorio (1795-1799), un gobierno moderado con un poder legislativo dividido en dos cámaras y un ejecutivo de cinco miembros. Este período terminó con el golpe de estado de Napoleón el 18 de brumario, que estableció el Consulado.
Durante el Consulado, Napoleón concentró todo el poder y en 1802 se proclamó cónsul vitalicio. Modernizó Francia elaborando un código civil, creando el Banco de Francia y firmando un concordato con la Santa Sede. En 1804 se convirtió en emperador, iniciando una política expansionista que le dio hegemonía en Europa y estableció un bloqueo comercial contra Inglaterra. Finalmente fue derrotado en Leipzig (1813) por una coalición entre Reino Unido, Prusia, Rusia y Austria.
Tras la derrota napoleónica, el Congreso de Viena (1814-1815) buscó garantizar una paz duradera y evitar nuevas revoluciones. Se restauraron las viejas monarquías y se formaron dos alianzas la Santa Alianza (Prusia, Rusia y Austria), que defendía el absolutismo; y la Quádruple Alianza (Reino Unido, Prusia, Rusia y, desde 1818, Francia), de carácter militar.
💡 El Código Civil napoleónico fue tan influyente que sirvió de modelo para muchos países en Europa y América Latina durante los siglos XIX y XX, reflejando cómo las reformas legales de Napoleón sobrevivieron a su imperio militar.