La Guerra de Independencia Española
¿Sabías que el pueblo madrileño fue el primero en plantarle cara a las tropas de Napoleón? El 2 de mayo de 1808, los habitantes de Madrid se levantaron contra los franceses, y esta rebelión se extendió como la pólvora por toda España, dando inicio a la Guerra de Independencia.
La resistencia española se organizó de forma muy inteligente en dos frentes. En las ciudades se crearon grupos de resistencia y movimientos de alzamiento popular, mientras que en el campo se desarrollaron las famosas guerrillas que atacaban por sorpresa a las tropas enemigas.
La guerra se desarrolló en dos fases principales. Durante la primera etapa, los españoles lograron frenar el avance francés gracias a la feroz resistencia de ciudades como Girona, Zaragoza, Valencia y Cádiz. El momento más glorioso fue la victoria de Bailén en 1808, que demostró que las tropas napoleónicas no eran invencibles.
Sin embargo, Napoleón no se rindió fácilmente. Llegó personalmente a España con 200.000 soldados y reconquistó casi todo el territorio español. Parecía que todo estaba perdido, pero la historia aún tenía una carta más que jugar.
Dato curioso: La palabra "guerrilla" se popularizó internacionalmente gracias a las tácticas españolas durante esta guerra.
La segunda fase comenzó en 1812 cuando Napoleón cometió un error fatal: abrir un segundo frente en Rusia. Esto le obligó a retirar muchos soldados de España, debilitando considerablemente sus fuerzas. Los españoles, ayudados por las tropas angloportuguesas, aprovecharon esta oportunidad para contraatacar.
Finalmente, en 1813 se firmó el Tratado de Valençay, por el cual Francia reconocía a Fernando VII como rey legítimo de España. Después de seis años de guerra, España había logrado expulsar a las tropas napoleónicas y recuperar su independencia.