Economía y Cultura de Al-Andalus
La economía de Al-Andalus se basaba principalmente en una agricultura muy avanzada. Los musulmanes introdujeron nuevos cultivos (arroz, cítricos, algodón, caña de azúcar) y revolucionaron las técnicas de regadío con acequias y norias que aún hoy podemos ver en muchas zonas de España.
La industria tuvo gran importancia: alimentaria, textil, del cuero, cerámica, metales preciosos... Cada actividad ocupaba un barrio específico de la ciudad. El comercio colocó a Al-Andalus en una posición preponderante en el Mediterráneo occidental, con zocos (mercados periódicos) y alcaicerías (establecimientos fijos).
Las ciudades musulmanas jugaron un papel fundamental. Tenían la medina (parte antigua), el zoco, los baños públicos, los arrabales (barrios extramuros) y la alcazaba (fortaleza). Predominaban calles estrechas y planos irregulares que aún caracterizan muchos centros históricos españoles.
Legado cultural: La cultura andalusí nos dejó palabras como alcalde, alfombra, azúcar, algodón y miles más que usamos diariamente.
La cultura de Al-Andalus fue extraordinaria. Se hablaban múltiples lenguas (árabe, latín, romance) y surgió la aljamía, un lenguaje mixto popular. La poesía fue el género preferido, destacando la muaxaja y el zéjel. En filosofía brilló Averroes, y se cultivaron la medicina, astronomía, matemáticas y botánica a niveles que no se alcanzarían en Europa hasta siglos después.