Arte, herramientas y tecnología prehistórica
El arte y las herramientas nos cuentan historias fascinantes sobre cómo pensaban y vivían nuestros antepasados. Cada época tenía su estilo propio y sus necesidades específicas.
El arte rupestre del Paleolítico se pintaba dentro de cuevas, muchas veces en lugares súper difíciles de alcanzar. Se cree que tenía propósitos mágicos, como asegurar el éxito en la caza. Las construcciones megalíticas del Neolítico, en cambio, eran enormes estructuras de piedra al aire libre, principalmente tumbas y lugares de culto.
En el Paleolítico, las herramientas más importantes eran el bifaz (una piedra tallada por ambos lados que servía para cortar, romper huesos y hasta como arma) y el raspador (perfecto para limpiar pieles de animales y hacer ropa).
La llegada de los metales lo cambió todo. Un ejemplo perfecto son los arados de hierro: eran mucho más fuertes que los de madera, permitían arar más profundo y producir más comida con menos esfuerzo. Esto liberaba tiempo para otras actividades como la artesanía o el comercio.
¡Tip de estudio! Recuerda que cada avance tecnológico respondía a una necesidad concreta: mejores herramientas = más comida = más tiempo = sociedades más complejas.