Conflictos Internos y Externos de Carlos I y Felipe II
Carlos I tuvo que lidiar con serios problemas desde el momento en que llegó a España en 1517. Su principal objetivo era recaudar dinero para sus territorios alemanes, lo que no gustó nada a los españoles.
La Revuelta de las Comunidades (1520-1521) en Castilla fue protagonizada por comuneros como Juan Bravo, Juan Padilla y Francisco Maldonado. Estos líderes defendían los privilegios del reino frente a las decisiones del monarca extranjero.
En Aragón ocurrió algo parecido con la Guerra de las Germanías (1521-1523). Cuando los nobles huyeron por la peste, campesinos y artesanos de Valencia y Baleares aprovecharon para exigir mejores condiciones de vida. Al final, Carlos se alió con los nobles y aplastó la revuelta.
Dato clave: Ambas revueltas muestran el rechazo inicial de los españoles hacia Carlos I, quien era visto como un rey extranjero más interesado en Europa que en España.
Felipe II también tuvo conflictos internos importantes. El caso más dramático fue con su propio hijo, el infante Carlos, quien intentó huir a Flandes pero acabó encerrado por su padre en 1568, donde moriría. La sublevación de los moriscos en las Alpujarras (1568-1571) fue otra crisis seria cuando la población morisca se rebeló contra las restricciones culturales impuestas por la Pragmática Sanción de 1567.