Ilustración y América: Luces y Sombras del Siglo XVIII
La Ilustración española tuvo figuras como Feijoo, Jovellanos y Campomanes, que criticaron las supersticiones populares, el desprestigio del trabajo manual y los abusos de privilegiados. Crearon las Sociedades Económicas de Amigos del País para estudiar y reformar cada territorio.
En educación fundaron Academias (Real Academia Española, de Bellas Artes) y promovieron expediciones científicas. Francisco de Goya retrató magistralmente esta época de cambios, desde las fiestas populares hasta los horrores de la guerra.
América vivió una época dorada demográfica y económica. La población creció hasta 15 millones: peninsulares (españoles nacidos en España) controlaban la administración, criollos (descendientes españoles nacidos en América) dominaban la economía pero no la política, creando tensiones futuras.
Se crearon nuevos virreinatos (Nueva Granada, Río de la Plata) y se diversificó la economía con plantaciones de azúcar, cacao y algodón trabajadas por esclavos. Las expediciones de Jorge Juan y Antonio Ulloa pusieron a España en la vanguardia científica mundial.
La Revolución Francesa (1789) cortó en seco este proceso reformista. Los ilustrados fueron apartados del poder y España entró en la crisis que desembocaría en la Guerra de Independencia y el fin del Antiguo Régimen.
¡Para reflexionar! Los ilustrados quisieron hacer una "revolución desde arriba" para beneficiar al pueblo, pero sin contar con él. Esta contradicción explica por qué sus reformas no cuajaron definitivamente.