El reinado de Carlos IV y el fin del Antiguo Régimen
Imagínate vivir en un mundo donde el rey tenía todo el poder, la sociedad se dividía en clases rígidas y los señores feudales mandaban sobre tierras y personas. Eso era el Antiguo Régimen, el sistema que organizó Europa desde la Edad Media hasta que las revoluciones burguesas lo cambiaron todo.
Carlos IV llegó al trono en 1788 justo cuando todo empezaba a tambalearse. Su primer problema vino en 1789 con la Revolución Francesa - las autoridades españolas estaban aterrorizadas de que esas ideas revolucionarias llegaran aquí. La cosa se puso tan fea que España acabó cambiando de aliados como quien cambia de calcetines.
Primero fueron neutrales (1789-1792), luego declararon la guerra a Francia tras ejecutar al rey Luis XVI. Pero España perdió en la Guerra de la Convención y tuvo que firmar la humillante Paz de Basilea en 1795, perdiendo territorio y dando privilegios comerciales a Francia.
Dato clave: En la Batalla de Trafalgar (1805), España perdió gran parte de su poder naval, lo que debilitó enormemente su imperio colonial.
Para colmo, desde 1796 España se alió con Francia mediante los Tratados de San Ildefonso, pensando que así protegerían las colonias americanas. Menudo error - acabaron metiéndose en más guerras contra Gran Bretaña.