Godoy y la Política de Alianzas Desastrosas
El conde de Aranda sustituye a Floridablanca buscando una política más flexible, pero los acontecimientos en Francia toman un rumbo inesperado. En 1792, con la guerra declarada a Austria y Prusia y el encarcelamiento de Luis XVI, la conciliación se vuelve imposible.
Manuel Godoy llega al poder en noviembre de 1792, en plena juventud y sin experiencia, convirtiéndose en el hombre más poderoso de España durante la fase más radical de la Revolución Francesa. Su meteórico ascenso desde hidalgo a Secretario de Estado genera enormes recelos.
La ejecución de Luis XVI en enero de 1793 obliga a España a romper con Francia y declararle la guerra en coalición con otras monarquías absolutas. Sin embargo, la derrota española lleva a la Paz de Basilea (1795) y al desastroso Tratado de San Ildefonso (1796), que establece una alianza ofensivo-defensiva con Francia contra Inglaterra.
Las consecuencias son catastróficas: derrota naval en San Vicente (1797), parálisis del comercio colonial y, finalmente, el desastre de Trafalgar (1805) que elimina para siempre el poder naval español. Todo esto genera un endeudamiento brutal del Estado y la indignación general contra Godoy.
Punto clave: Las alianzas con Francia cuestan a España su imperio marítimo y la arruinan económicamente, creando las condiciones perfectas para la crisis final.