La Revolución Gloriosa de 1868 en España fue un evento de gran importancia que marcó el fin del reinado de Isabel II y el comienzo de una nueva etapa conocida como el "Sexenio Democrático".
Causas de la Revolución Gloriosa de 1868 en España
Las causas políticas que llevaron a la Revolución Gloriosa incluyeron el agotamiento del régimen moderado sin alternancia política, así como la consolidación de la oposición al régimen isabelino. Además, la crisis económica de 1866-68, que afectó especialmente a las clases populares, también desempeñó un papel importante en el desarrollo de la revolución.
El descontento popular favoreció la participación de grupos urbanos y rurales en la Revolución de 1868, y eventos como la muerte de figuras políticas clave contribuyeron a endurecer la situación y a debilitar el régimen isabelino.
Desarrollo de la Revolución Gloriosa
La Revolución de 1868, conocida como "La Gloriosa", fue un intento de realizar una revolución burguesa plena, que dio lugar al comienzo del "Sexenio Democrático".
El levantamiento cívico y militar, que contó con la participación popular urbana y la formación de Juntas Revolucionarias Civiles en las ciudades, fue crucial para el triunfo de la revolución. El enfrentamiento en Puente de Alcolea entre las fuerzas reales y los pronunciados, y la posterior renuncia de Isabel II, marcaron el triunfo definitivo de la Revolución Gloriosa.
El establecimiento de un Gobierno Provisional y la convocatoria de Cortes Constituyentes con sufragio universal fueron pasos importantes en la instauración de un nuevo régimen.
El Sexenio Democrático: Construcción de un Régimen Democrático
La instauración de la Monarquía constitucional, la Convocatoria de Cortes constituyentes y la aprobación de la Constitución de 1869, que estableció derechos y libertades como el sufragio universal masculino, marcaron la construcción de un régimen democrático en España. Sin embargo, la falta de respuesta a las demandas populares favoreció la expansión del anarquismo y el socialismo.
La Regencia de Serrano y la Búsqueda de un Nuevo Rey
Ante la ausencia de un rey, se nombró a Serrano como regente y a Prim como jefe de Gobierno. La tarea de buscar un candidato al trono entre varios aspirantes, incluyendo figuras como el Rey de Portugal, el Duque de Montpensier, Leopoldo de Hohenzollern y Amadeo de Saboya, marcó el periodo de regencia.
En resumen, la Revolución Gloriosa de 1868 en España tuvo causas políticas y económicas que llevaron a la caída de la monarquía isabelina, marcando el inicio del Sexenio Democrático. Este periodo se caracterizó por la construcción de un régimen democrático, aunque también enfrentó desafíos en la satisfacción de las demandas populares.