La Primera Guerra Carlista (1833-1839)
La Primera Guerra Carlista fue un conflicto dinástico e ideológico que estalló tras la muerte de Fernando VII en 1833. Este enfrentamiento marcó el inicio del reinado de Isabel II y sentó las bases para la construcción del Estado liberal en España.
Highlight: El conflicto enfrentó a los carlistas, defensores del absolutismo, contra los liberales, partidarios de Isabel II y de las reformas liberales.
Los carlistas, liderados por Carlos María Isidro, hermano del difunto rey, defendían el absolutismo, la religión tradicional y los fueros. Su lema era "Dios, Patria, Rey y Fueros". Contaban con el apoyo de miembros del ejército, parte del clero regular y pequeños propietarios rurales, principalmente en las zonas rurales del norte de España, como el País Vasco y Navarra.
Por otro lado, los liberales apoyaban a Isabel II y los principios de la ideología liberal. La reina contó con el respaldo de parte de la nobleza, miembros del ejército, la burguesía y profesionales liberales, teniendo mayor arraigo en las zonas urbanas.
Example: La guerra se desarrolló principalmente en el norte de España, con focos importantes en el País Vasco, Navarra y Cataluña.
El conflicto se desarrolló en tres etapas:
- Primera etapa 1833−1835: Limitada a la zona norte, con ventaja inicial carlista.
- Segunda etapa 1835−1837: Éxitos carlistas, como la expedición del general Gómez, pero con victorias isabelinas como la de Luchana.
- Última etapa 1837−1839: División interna del carlismo entre transaccionistas e intransigentes.
Vocabulary: Transaccionistas: Partidarios de un acuerdo para finalizar el conflicto. Intransigentes: Defensores de mantener la batalla.
La guerra concluyó con el Convenio de Vergara en 1839, firmado por el general Espartero y el teniente general Maroto. Este acuerdo reconoció a Isabel II como reina y a María Cristina como regente, además de conservar los grados militares de los carlistas en el ejército y comprometerse a tratar el tema de los fueros en las Cortes.
Quote: "El Convenio de Vergara puso fin al enfrentamiento, pero no fue aceptado por don Carlos y algunos carlistas como Cabrera lucharon hasta su derrota definitiva."
