Estructura del Comentario de Texto
Analizar una fuente histórica es como ser detective del pasado. Tu misión es desentrañar qué tipo de documento tienes entre las manos y por qué es importante.
El comentario se divide en tres párrafos bien definidos: primero identificas qué tipo de fuente es, luego extraes las ideas principales y secundarias, y finalmente la sitúas en su contexto histórico. Cada párrafo tiene un propósito específico y debe ocupar entre 6-7 líneas.
💡 Truco clave: Antes de escribir, lee el texto dos veces. La primera para entender de qué va, la segunda para subrayar lo importante.
Primer párrafo: Naturaleza y Tipo de Fuente
Aquí debes clasificar tu documento como un experto. ¿Es una fuente primaria (de la época) o secundaria (posterior)? ¿Es pública (para todos) o privada (personal)?
Según su naturaleza, puede ser política (discursos, manifiestos), jurídica (leyes, constituciones), historiográfica (relatos históricos), periodística, literaria, económica o estadística. La clave está en justificar tu elección con argumentos sólidos.
Tu párrafo debe incluir: qué es el documento, su naturaleza, origen, carácter público/privado, autor y fecha. Todo redactado de forma fluida, no como una lista de características.