El Estatuto Real de 1834: Primeros pasos hacia el liberalismo
El Estatuto Real fue el primer intento serio de María Cristina de acercarse a los liberales sin renunciar completamente al poder monárquico. Básicamente, era un sistema de "liberalismo controlado".
Las Cortes se dividían en dos estamentos: los Próceres (nobles, obispos, grandes propietarios) y los Procuradores (representantes con menos poder). Para ser Procurador necesitabas tener una renta anual de 12.000 reales, lo que excluía automáticamente a las clases populares.
El rey mantenía un control absoluto: solo él podía convocar, suspender o disolver las Cortes, y estas no podían debatir nada que no hubiera sido previamente autorizado por decreto real. Era como dar libertad con una correa muy corta.
Este sistema satisfizo temporalmente a los absolutistas reformistas y moderados, pero dejó fuera a progresistas y al pueblo llano, creando tensiones que explorarían más adelante.