Consecuencias de la Colonización: La Revolución de los Precios
La colonización transformó tanto América como Europa. Para los indígenas significó un descenso demográfico dramático por enfermedades y trabajo forzoso, pero también el mestizaje que creó una sociedad compleja: criollos (que acumularon riqueza y puestos), mestizos, mulatos, junto con la difusión del castellano y el cristianismo.
Europa recibió productos revolucionarios como el cacao, maíz, patata y tomate, que cambiaron la dieta y la agricultura del continente. Pero el impacto más importante fue la llegada masiva de oro y especialmente plata, que en su momento álgido alcanzó las 300 toneladas anuales.
Esta avalancha de metales preciosos provocó la revolución de los precios entre la segunda mitad del XVI y primera del XVII. El rápido aumento de dinero en circulación, ante una oferta de productos que creció más lentamente, causó una inflación sostenida que afectó a toda Europa.
España colocó sus productos manufacturados (textiles, herramientas) en el mercado americano, pero paradójicamente gran parte de la plata acabó en manos de banqueros extranjeros que financiaban las constantes guerras del imperio.
💡 Paradoja económica: España controlaba las fuentes de riqueza americana, pero la mayor parte de los metales preciosos terminaba financiando a sus enemigos europeos.