El Sexenio Revolucionario y los Cambios Económicos
En 1868 una revolución conocida como "La Gloriosa" expulsó a Isabel II de España. Comenzaba así el Sexenio Revolucionario (1868-1874), seis años locos en los que España probó de todo: una monarquía democrática con Amadeo de Saboya (que duró dos años) y la Primera República (1873-1874), que fue un caos total con cuatro presidentes en menos de un año.
La República tuvo que enfrentarse a una nueva guerra carlista, la guerra de independencia de Cuba, y la insurrección cantonal (algunos pueblos se declararon repúblicas independientes). Todo esto acabó con un golpe militar que preparó el regreso de los Borbones.
En cuanto a la economía, España vivió cambios importantes pero lentos. La Primera Revolución Industrial llegó hacia 1830, pero con muchas dificultades: falta de tecnología, escasez de materias primas y inestabilidad política. Solo algunas regiones se industrializaron: la minería en Andalucía y Asturias, la metalurgia en el País Vasco, y los textiles en Cataluña.
Dato importante: Las primeras líneas de ferrocarril fueron Barcelona-Mataró (1848) y Madrid-Aranjuez (1851), creando una red radial desde la capital.
La desamortización cambió la estructura de la propiedad, pero benefició principalmente a los ricos, mientras que los campesinos pobres siguieron en las mismas condiciones.