La Hispania Romana y el Reino Visigodo
Roma llegó a España por su rivalidad con Cartago en las Guerras Púnicas 218−19a.C.. Después de derrotar a los cartagineses en Sagunto, los romanos conquistaron progresivamente toda la península, terminando con las guerras cántabras en el 19 a.C.
La romanización fue brutal: nueva administración provincial, ciudades romanas, derecho de ciudadanía y economía esclavista. El legado romano incluye el latín, el derecho romano, el cristianismo y obras como el teatro de Mérida.
Cuando Roma se desmoronó en el siglo III, llegaron suevos, vándalos y alanos. Para controlarlos, Roma pactó con los visigodos (416 d.C.). Tras ser expulsados de Francia en Vouillé (507), se instalaron definitivamente en España con capital en Toledo.
Los visigodos crearon un reino que unificó territorialmente la península con Leovigildo y Suintila. Recaredo convirtió el reino al catolicismo y Recesvinto creó el Liber Iudiciorum. Sin embargo, su monarquía electiva era súper inestable, lo que facilitaría la invasión musulmana.
💡 Clave para examen: Recuerda las tres unificaciones visigodas: territorial, religiosa y jurídica.