Los Tres Tipos Principales de Rocas
Imagínate que eres detective de rocas: cada una tiene una historia única que contar según cómo se formó. Existen tres tipos principales de rocas: ígneas, sedimentarias y metamórficas, y cada una tiene su propio "ADN" geológico.
Las rocas ígneas nacen del fuego. Se forman cuando el magma (roca fundida bajo tierra) o la lava (magma que llega a la superficie) se enfría y se solidifica. Si el enfriamiento es rápido en la superficie, obtienes rocas extrusivas o volcánicas como el basalto. Si es lento bajo tierra, se forman rocas intrusivas o plutónicas como el granito.
Las rocas sedimentarias son como álbumes de fotos de la Tierra. Se crean cuando sedimentos (fragmentos de rocas, minerales o restos orgánicos) se acumulan en capas y se compactan con el tiempo. Ejemplos típicos son la arenisca, la caliza y el carbón. Estas rocas a menudo contienen fósiles que nos cuentan historias del pasado.
Dato curioso: Las rocas metamórficas son rocas "transformadas" que cambiaron por la presión, temperatura o composición química, como el mármol (que antes era caliza) o la pizarra.