El Pueblo
El pueblo era la mayoría de la población pero el único estamento que pagaba impuestos, a pesar de ser también el más pobre. La ironía del sistema feudal en su máxima expresión.
La mayoría trabajaba en el campo como campesinos, agricultores y ganaderos, produciendo todos los alimentos. Vivían en los feudos trabajando para los señores, muchos como siervos sin poder abandonar jamás sus tierras.
Sus condiciones de vida eran terribles: jornadas laborales extenuantes, hambre frecuente, casas míseras que compartían con animales y una esperanza de vida muy corta.
Los artesanos (carpinteros, herreros, alfareros, tejedores) formaban un grupo especial dentro del pueblo. Tenían mejores condiciones de vida y muchos vivían en ciudades, representando una pequeña clase media emergente.
Realidad dura: Ser del pueblo significaba trabajar toda la vida para mantener a los privilegiados, sin esperanza de cambiar tu situación.