La Romanización: Transformando Hispania (218 a.C. - 409 d.C.)
La romanización fue mucho más que una simple conquista militar: fue un proceso gradual de transformación que convirtió a los habitantes peninsulares en auténticos ciudadanos romanos. Durante casi siete siglos, Roma cambió completamente la forma de vida en Hispania.
Los cambios fueron profundos en todos los aspectos. En la economía se introdujeron los latifundios, la propiedad privada y nuevas técnicas agrícolas. La sociedad adoptó la estructura romana con sus diferentes clases sociales. El latín se convirtió en la lengua común, el Derecho Romano organizó la justicia, y se construyeron impresionantes infraestructuras urbanas.
Las ciudades se convirtieron en el motor del cambio. Tarraco, Caesar Augusta, Hispalis y Emerita Augusta fueron centros administrativos con teatros, foros, acueductos y templos conectados por una red de calzadas como la Vía Augusta. Administrativamente, Hispania se dividió inicialmente en dos provincias (Citerior y Ulterior), que Augusto reorganizó en tres y posteriormente se ampliaron hasta seis.
Piensa en esto: La romanización fue tan completa que el español actual deriva del latín, y muchas de nuestras leyes tienen su origen en el Derecho Romano.