La Revolución Industrial marcó un cambio fundamental en la historia de la humanidad, transformando la sociedad agraria en una sociedad industrializada.
La Primera Revolución Industrial comenzó en Inglaterra durante el siglo XVIII, caracterizándose por importantes avances tecnológicos como la máquina de vapor y el desarrollo de la industria textil. Entre las principales Causas de la Revolución Industrial destacan el crecimiento demográfico, las innovaciones técnicas, la acumulación de capital y la disponibilidad de materias primas. Las Características de la Revolución Industrial en Inglaterra incluyeron la mecanización de la producción, el surgimiento de fábricas, y el desarrollo de nuevos medios de transporte como el ferrocarril.
Las Consecuencias de la Revolución Industrial fueron profundas y multifacéticas. En el ámbito social, surgieron nuevas Clases sociales de la Revolución Industrial, destacando la burguesía industrial y el proletariado urbano. Los Cambios de la Revolución Industrial afectaron todos los aspectos de la vida: se produjo una migración masiva del campo a la ciudad, aparecieron nuevas formas de organización del trabajo, y se transformaron las relaciones sociales y económicas. La Industrialización en España fue más tardía que en otros países europeos, pero igualmente significativa, concentrándose principalmente en regiones como Cataluña y el País Vasco. Las Etapas de la Revolución Industrial continuaron con la Segunda Revolución Industrial, caracterizada por nuevas fuentes de energía como la electricidad y el petróleo, así como por avances en la química y la metalurgia. Los Aspectos de la Revolución Industrial transformaron no solo la producción y la economía, sino también la estructura social, la política y la vida cotidiana de las personas, sentando las bases de la sociedad moderna.