Las Tres Fases de la Guerra y sus Consecuencias
La guerra se desarrolló en tres fases claramente diferenciadas. En la primera fase mayo−noviembre1808, los españoles resistieron heroicamente con los sitios de Zaragoza y Gerona, y consiguieron la victoria de Bailén, obligando a los franceses a evacuar Madrid.
La segunda fase (1808-1812) fue la más dura: Napoleón entró personalmente con la Grande Armée y ocupó casi toda España. Pero surgió la genial guerra de guerrillas con líderes como Espoz y Mina y El Empecinado, que desgastaron constantemente al ejército francés con ataques sorpresa.
En la tercera fase (1812-1814), coincidiendo con el desastre napoleónico en Rusia, los franceses empezaron a retirarse. Las victorias de Los Arapiles, Vitoria y San Marcial, junto al apoyo del duque de Wellington, sellaron la derrota francesa. El Tratado de Valençay (1813) devolvió la corona a Fernando VII.
Las consecuencias fueron devastadoras: un millón de muertos (la décima parte de la población), destrucción material incalculable, ruina económica total y el exilio de los afrancesados. Sin embargo, también trajo la Revolución Política con las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812, que introdujo la soberanía nacional y la división de poderes.
💡 Fundamental: Esta guerra marcó el paso del Antiguo al Nuevo Régimen, estableciendo las bases del liberalismo español que estudiarás en los siguientes temas.