Prehistoria: De los Primeros Humanos al Neolítico
Imagínate vivir sin móviles, sin casas y teniendo que cazar para sobrevivir cada día. Así vivían nuestros antepasados durante el Paleolítico, la etapa más larga de la prehistoria que duró millones de años.
Durante el Paleolítico Inferior, los primeros habitantes fueron el Homo erectus y el famoso Homo antecessor de Atapuerca. Estos tipos eran nómadas totales: vivían en cuevas, cazaban en grupo y fabricaban las primeras herramientas de piedra como los bifaces. Lo más flipante es que en Atapuerca encontraron evidencias de canibalismo y los primeros enterramientos de la historia.
El Paleolítico Medio nos trajo a los neandertales, esos humanos súper fuertes y adaptados al frío que dominaban la caza de animales enormes. Tenían herramientas más sofisticadas y ya practicaban rituales funerarios. Pero cuando llegó el Homo sapiens (nosotros) en el Paleolítico Superior, los neandertales desaparecieron. Los sapiens eran mucho más avanzados: crearon el arte rupestre de Altamira, fabricaron herramientas de hueso y marfil, y desarrollaron una organización social más compleja.
¡Dato curioso! Las pinturas de Altamira tienen más de 15.000 años y son tan realistas que cuando las descubrieron, nadie creía que fueran auténticas.
El gran cambio llegó con el Neolítico (hacia el 6000 a.C.). Esta fue la auténtica revolución: apareció la agricultura, la domesticación de animales, el sedentarismo y la cerámica. Ya no había que perseguir mamuts; ahora podían cultivar trigo y cebada, y criar ovejas y cabras. Esto creó las primeras desigualdades sociales porque algunos controlaban los excedentes alimentarios.