La oposición política y el fin de la década
Mientras los moderados controlaban el poder, otros grupos políticos quedaron marginados del sistema. Los progresistas, liderados por Espartero, defendían más derechos y libertades pero apenas tenían representación por la manipulación electoral.
Los demócratas iban aún más lejos: querían sufragio universal masculino, enseñanza gratuita y tolerancia religiosa. Representaban a la pequeña burguesía y las clases populares urbanas, con figuras como Emilio Castelar.
El proyecto más polémico fue el de Bravo Murillo, que pretendía crear un sistema aún más autoritario. Quería reducir el número de diputados, celebrar menos sesiones parlamentarias y controlar totalmente la administración del Estado.
Dato clave: Las revoluciones de 1848 en Europa asustaron tanto a los moderados que se unieron temporalmente, pero después volvieron a dividirse.
La oposición al proyecto de Bravo Murillo fue tan fuerte que tuvo que dimitir. La represión gubernamental y las divisiones internas del moderantismo crearon una crisis que acabó con el pronunciamiento de O'Donnell en 1854, dando paso al Bienio Progresista.