La Crisis de la Monarquía Borbónica
El desastre empezó con Carlos IV, un rey que básicamente dejó que Manuel Godoy manejara España como si fuera su cortijo particular. Mientras Francia cortaba cabezas reales, España intentaba evitar el "contagio revolucionario" declarando la guerra a los franceses, pero acabó perdiendo y convirtiéndose en su marioneta.
La cosa se puso chunga cuando España tuvo que luchar contra Gran Bretaña por orden de Francia. En Trafalgar (1805) nos dieron una paliza épica que dejó a España sin marina y sin pasta. Godoy, desesperado por dinero, subió impuestos y confiscó bienes de la Iglesia, cabreando a nobles y curas por igual.
Fernando, el hijo de Carlos IV, estaba hasta las narices de que Godoy controlara a su padre. En 1807 montó la conspiración del Escorial para derrocar al rey, pero le pilló. Mientras tanto, Napoleón ya tenía sus tropas en España supuestamente para invadir Portugal, pero en realidad para controlarnos a nosotros.
El Motín de Aranjuez (1808) fue la gota que colmó el vaso: echaron a Godoy y Fernando se convirtió en rey. Pero Napoleón, viendo el follón familiar, les hizo abdicar a todos en Bayona y puso a su hermano José I Bonaparte como rey de España.
¡Ojo al dato! El Estatuto de Bayona de 1808 fue técnicamente la primera constitución de España, aunque fuera impuesta por los franceses.