Arte del Paleolítico Superior
El arte rupestre de la zona franco-cantábrica te va a fascinar por su increíble naturalismo. Nuestros antepasados de hace más de 30.000 años ya dominaban técnicas como el grabado, el bajorrelieve y hasta una especie de aerografía primitiva.
Usaban colores básicos pero efectivos: rojo, negro y ocre, que obtenían pulverizando piedras y mezclándolas con grasa animal. La temática giraba siempre en torno a los animales que cazaban: bisontes, caballos, ciervos... pero curiosamente, casi nunca se representaban a sí mismos.
Las teorías sobre su significado son fascinantes. Henri Breuil creía que eran rituales mágicos para favorecer la caza, mientras que André Leroi-Gourhan pensaba que formaban parte de ritos de iniciación a la edad adulta.
El arte mobiliar incluye las famosas Venus paleolíticas: pequeñas figuras femeninas de 5 a 25 cm con rasgos sexuales muy marcados, que destacan la importancia de la mujer y la fertilidad en esas sociedades. Lugares como Lascaux y Altamira son auténticos tesoros de esta época.
¡Dato curioso! Las pinturas de Altamira se conservan tan bien porque estuvieron protegidas de la luz, el aire y la presencia humana durante milenios.