El nuevo orden mundial asiático
La victoria de Mao transformó completamente el equilibrio de poder mundial y convirtió a Asia en el nuevo campo de batalla de la Guerra Fría.
Para Asia, la victoria comunista inspiró levantamientos en Indonesia, Malasia, Indochina y Tailandia. Asia se convirtió en una región donde las superpotencias lucharon por el control e influencia, marcando el inicio de décadas de conflicto.
Para la URSS, la situación fue ambivalente. Aunque parecía una victoria del comunismo, Stalin recelaba de Mao como rival por el liderazgo mundial. Sin embargo, firmaron el "Tratado Chino-Soviético de Cooperación" en 1950, estableciendo una dependencia tecnológica china respecto a la URSS.
Para EEUU y Occidente, la victoria comunista causó pánico. El equilibrio parecía inclinarse hacia la URSS. Estados Unidos se negó a reconocer la República Popular China, siguió apoyando a Taiwan y se aseguró de que esta mantuviera el asiento chino en la ONU.
Consecuencia clave: La Guerra Civil China globalizó la Guerra Fría y creó la división entre las "dos Chinas" que persiste hasta hoy.