De Fernando VI a Carlos III: consolidación de las reformas
Fernando VI, hijo de Felipe V, aprovechó un periodo de paz para fortalecer la armada española y emprender importantes obras públicas. Su mayor legado fue el Catastro de Ensenada, un ambicioso censo de los recursos y riquezas de Castilla que serviría para una futura reforma fiscal. Durante su reinado se firmó el Concordato con la Santa Sede (1753), que otorgaba a la corona el Patronato Regio, permitiendo a los reyes proponer candidatos para cargos eclesiásticos.
Carlos III llegó al trono tras la muerte sin descendencia de Fernando VI. Como antiguo rey de Nápoles, estaba familiarizado con las ideas ilustradas y se convirtió en el máximo exponente del Despotismo Ilustrado en España, actuando bajo la máxima "todo para el pueblo pero sin el pueblo". Su reinado destacó por un amplio programa de reformas que transformarían el país.
En materia agraria, se tomaron medidas como el arrendamiento de tierras municipales a campesinos capaces de trabajarlas y la colonización de nuevas tierras, como La Carolina en Jaén. El Proyecto de Ley Agraria, encargado a Jovellanos, intentó abordar los problemas del campo español, aunque sin resultados efectivos.
En el ámbito industrial, se buscó reducir el poder de los gremios, fomentar el trabajo a domicilio y proteger la producción nacional mediante aranceles. Se crearon manufacturas reales para artículos de lujo (como la Real Fábrica de Cristal de La Granja) y se impulsó la construcción naval en los astilleros reales.
💡 Dato interesante: El Banco de San Carlos, creado en 1782 durante el reinado de Carlos III, fue el precursor del actual Banco de España y el primer banco emisor de títulos de deuda pública.