Crisis del Siglo XVII: Cuando Todo Se Vino Abajo
El siglo XVII fue demoledor para España. La crisis demográfica devastó especialmente Castilla: entre 1630 y 1680 la población se estancó por completo. Las causas fueron múltiples y devastadoras: malas cosechas, epidemias de peste, guerras constantes y la expulsión de los moriscos.
La estructura social se volvió completamente improductiva. Los campesinos huían al ejército o emigraban a América, la burguesía se ennoblecía en lugar de crear empresas, y la nobleza se hacía cortesana viviendo de cargos en Madrid. Solo crecía el número de clérigos y funcionarios.
El sistema financiero era un desastre absoluto. España dependía de banqueros extranjeros, hipotecaba la plata americana antes de que llegara, y cuando las minas se agotaron, el Estado se financió emitiendo deuda pública (juros) que solo aceleró la bancarrota.
Mientras Castilla se despoblaba, Madrid crecía descontroladamente. La corte atraía a todo tipo de gente: nobles, pícaros, estudiantes, ambiciosos... todos buscando vivir sin trabajar.
Paradoja española: El país que controlaba las riquezas de América se convirtió en uno de los más pobres de Europa debido a su estructura económica y social obsoleta.