La minoría de edad: regencias y guerras civiles
Cuando Fernando VII murió en 1833, su hija Isabel solo tenía 3 años, así que su madre María Cristina tuvo que gobernar por ella. El problema era que el hermano del rey, Carlos María, no aceptaba que una mujer fuera reina y se proclamó Carlos V, comenzando así la Primera Guerra Carlista (1833-1840).
Los carlistas no eran solo unos rebeldes cualquiera. Defendían el Antiguo Régimen: querían mantener el poder absoluto del rey, la influencia total de la Iglesia católica y las tradiciones rurales. Su lema era "Dios, patria, rey" y tenían mucho apoyo en el País Vasco, Navarra y zonas rurales de Aragón y Cataluña.
La guerra fue brutal y costó 150.000 vidas. Los carlistas luchaban como guerrilleros desde el campo, mientras que los isabelinos controlaban las ciudades y el ejército regular. Todo cambió cuando murió Zumalacárregui, el mejor general carlista, durante el sitio de Bilbao.
💡 Dato clave: El Convenio de Vergara (1839) terminó la guerra y permitió que los fueros vascos se mantuvieran, algo que tendría consecuencias hasta nuestros días.