La Base del Régimen Franquista y sus Leyes Fundamentales
El régimen franquista se sustentó firmemente sobre tres pilares fundamentales: la España militar, la Iglesia católica y la Falange. Esta estructura tripartita permitió al régimen mantener un control férreo sobre la sociedad española durante décadas, implementando un sistema de represión sistemática y propaganda intensiva que permeó todos los aspectos de la vida cotidiana.
Los militares ejercieron un poder predominante en el gobierno especialmente durante el período de 1939-1945, coincidiendo con la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, su influencia en la alta administración fue cediendo gradualmente ante funcionarios civiles leales al régimen. El apoyo social al franquismo provino inicialmente de sectores específicos: terratenientes, industriales, financieros, pequeña burguesía provincial y el campesinado católico del norte y centro del país.
Destacado: La longevidad del régimen franquista se debió en gran parte a su capacidad para combinar la represión política con el control social a través de la educación y la propaganda.
El sistema legal franquista se articuló mediante las Leyes Fundamentales, que constituyeron el marco jurídico del régimen. Entre las más significativas destacan el Fuero del Trabajo 1938, que estableció un sindicato vertical único; la Ley Constitutiva de las Cortes 1942, que creó una apariencia de representatividad; y el Fuero de los Españoles 1945, que aunque aparentaba ser una declaración de derechos, en realidad implementaba un sistema autoritario con libertades muy limitadas.
La represión política fue especialmente intensa durante la primera década del régimen. La Ley de Responsabilidades Políticas llevó a miles de españoles a cárceles y campos de concentración. En 1945, aproximadamente cien mil españoles permanecían encarcelados como consecuencia de la guerra civil. El régimen también logró controlar eficazmente las diferentes formas de oposición, desde el exilio republicano hasta los movimientos guerrilleros como el maquis.