Guerra de Sucesión Española
Imagínate el lío que se montó cuando el rey de España murió sin herederos en 1700. Carlos II dejó el trono vacío y dos candidatos se pelearon por él: Carlos de Habsburgo y Felipe de Anjou. Al final Felipe se coronó como Felipe V, pero claro, esto no le gustó nada a media Europa.
Inglaterra, Austria y los Países Bajos se aliaron contra España en la llamada Alianza de La Haya. Portugal y otros países europeos también se sumaron al conflicto. La cosa se puso seria cuando en 1707 Felipe V ganó la batalla de Almansa, lo que le permitió conquistar Valencia y Aragón.
El conflicto duró años y tuvo consecuencias muy diferentes según la zona. Mientras que en territorio europeo (Italia y Países Bajos) ganaron los Habsburgo, en España los Borbones se hicieron con el control. Cataluña resistió hasta el final, pero Barcelona cayó el 11 de septiembre de 1714 tras un largo asedio.
Dato clave: La fecha del 11 de septiembre de 1714 es fundamental para entender la actual Diada catalana.
Tratado de Utrecht y los Pactos de Familia
El Sistema de Utrecht puso fin a la guerra con varios acuerdos clave. Felipe V fue reconocido como rey de España, pero tuvo que renunciar al trono francés para siempre. Austria se quedó con los Países Bajos, Nápoles, Milán y Cerdeña, mientras que Gran Bretaña obtuvo Gibraltar y Menorca más privilegios comerciales.
Los Pactos de Familia fueron tres alianzas entre España y Francia para recuperar territorios perdidos. El primer pacto (El Escorial) permitió recuperar Nápoles y Sicilia. El segundo pacto (Fontainebleau) consiguió Milán, Parma y Piacenza. El tercer pacto con Carlos III logró recuperar Menorca y Florida tras enfrentarse a Inglaterra.
Recuerda: Estos pactos demuestran cómo España intentó recuperar su influencia europea aliándose con Francia contra el poder británico.