Los orígenes del expansionismo fascista y nazi
La crisis económica de 1929 cambió completamente el panorama europeo, y tanto Italia como Alemania respondieron de manera agresiva. El nazismo tenía objetivos claros: acabar con el Tratado de Versalles, unir a todos los alemanes en un solo Reich y conseguir espacio vital hacia el este.
Italia, unificada solo desde 1861, seguía muy dividida por las diferencias entre norte y sur. Mussolini desarrolló su política exterior en tres etapas distintas. Entre 1922-1924 se centró en consolidar el régimen fascista con pequeñas acciones. De 1925-1935 buscó el prestigio internacional trabajando incluso con la Sociedad de Naciones.
💡 Dato clave: La tercera etapa (1935-1940) fue decisiva: Mussolini cambió de aliados, se acercó a Hitler y comenzó a crear su imperio. Esta decisión lo llevaría directamente a la guerra.
Ambos países adoptaron políticas económicas similares: primero liberalización, después intervención estatal total y finalmente economía autárquica (autoabastecimiento completo). Alemania puso su economía en manos de expertos como el doctor Schacht, mientras construía fábricas de armamento para combatir el paro.