Amadeo I y la Primera República
El reinado de Amadeo I fue un completo desastre que solo duró dos años (1871-1873). El pobre rey italiano se encontró con la oposición de prácticamente todos: los partidarios de los Borbones, los republicanos, la Iglesia (que odiaba la libertad religiosa), y la nobleza que lo veía como un intruso.
Encima, tuvo que gestionar la Guerra de Cuba y la Tercera Guerra Carlista al mismo tiempo. Tras la muerte de Prim, su principal apoyo, la coalición gubernamental se desintegró completamente. Los partidos se dividieron entre los seguidores de Sagasta (más moderados) y los de Ruiz Zorrilla (más radicales), pero ninguno consiguió estabilizar el sistema.
Cuando Amadeo I abdicó en febrero de 1873, las Cortes proclamaron la Primera República como solución de emergencia. Pi y Margall intentó crear una república federal, pero el experimento se descontroló completamente con el cantonalismo: ciudades como Málaga y Cartagena se declararon cantones independientes en una especie de revolución federal espontánea.
Ten claro esto: El cantonalismo fue protagonizado por clases medias radicalizadas y trabajadores urbanos que querían establecer una estructura federal inmediata.
Para acabar con el caos, la República giró hacia la derecha apoyándose en militares como Pavía y Martínez Campos. Después de una fase autoritaria bajo Serrano, el general Martínez Campos dio un golpe de Estado en Sagunto en diciembre de 1874, acabando con este primer experimento democrático y trayendo de vuelta a los Borbones con la Restauración.
El Sexenio Democrático demostró que España aún no estaba preparada para la democracia, pero sentó las bases para futuros intentos democratizadores.