El Reinado de Fernando VII: Entre Absolutismo y Liberalismo
Fernando VII regresa al trono español en 1814 tras el Tratado de Valençay con Napoleón. Su primer acto fue eliminar la Constitución de 1812 y restaurar el absolutismo, apoyado por diputados conservadores del famoso "Manifiesto de los Persas".
Durante el sexenio absolutista (1814-1820), el rey persiguió brutalmente a liberales y afrancesados. España quedó aislada internacionalmente y perdió influencia en Europa tras los acuerdos de Viena.
La situación cambió radicalmente en 1820 cuando el pronunciamiento de Riego obligó al rey a jurar la Constitución de Cádiz. Comenzaba así el trienio liberal (1820-1823), donde se liberó a presos políticos y se abolió la Inquisición.
Los liberales se dividieron en dos grupos: los doceañistas (más moderados) y los veinteañistas (más radicales). Fernando VII, descontento, pidió ayuda a Francia, que envió los Cien Mil Hijos de San Luis para restaurar el absolutismo.
Dato clave: El Manifiesto de los Persas comparaba a los liberales con los antiguos persas que corrompían las costumbres griegas, de ahí su nombre.
La década ominosa (1823-1833) trajo de vuelta las persecuciones y ejecuciones. Para salvar la economía, Fernando VII creó el Banco de San Fernando y la Bolsa de Madrid, pero los problemas continuaron.