La Corona de Aragón: La Negociación Como Arte
Si Castilla era el reino del "aquí mando yo", Aragón era todo lo contrario. Este reino se formó de manera más diplomática, empezando con la unión matrimonial entre Ramón Berenguer IV y Petronila en el siglo XII, que unió Aragón con Cataluña.
Los reyes aragoneses eran auténticos conquistadores del Mediterráneo. Jaime I se llevó Baleares y Valencia, mientras que sus sucesores llegaron hasta Sicilia, Cerdeña, Nápoles e incluso territorios griegos como Atenas. ¡Imagínate el mapa que tenían!
Pero aquí viene lo interesante: Aragón desarrolló una monarquía pactista donde el rey no podía hacer lo que le diera la gana. Tenía que negociar y respetar las leyes y costumbres de cada territorio. Era como ser el presidente de una federación donde cada región tiene sus propias normas.
El Compromiso de Caspe (1410) es un ejemplo perfecto de esto. Cuando no había heredero claro, los representantes de Cataluña, Aragón y Valencia se reunieron para elegir nuevo rey por consenso. ¡Democrático para la época!
Dato curioso: Mientras Castilla se centraba en la ganadería ovina y la famosa Mesta, Aragón apostó por la artesanía, el comercio mediterráneo y la agricultura diversificada. ¡Dos modelos económicos totalmente diferentes!