Hacia la unión: dos coronas desiguales
Cuando Isabel de Castilla y Fernando de Aragón se casaron, unieron dos coronas en situaciones muy diferentes. Era el primer paso hacia la España moderna, pero los "socios" no estaban en igualdad de condiciones.
Castilla estaba en pleno crecimiento económico y demográfico después de superar la crisis del siglo XIV. Su sistema centralizado le había dado ventaja para reorganizarse y expandirse.
Aragón, en cambio, arrastraba problemas serios. Cataluña estaba devastada por guerras civiles y había perdido su dinamismo comercial anterior. Solo Valencia mantenía cierto crecimiento económico.
La Corona de Aragón había desarrollado una impresionante política mediterránea, conquistando Sicilia, Cerdeña, Nápoles y llegando hasta Grecia. Pero estos éxitos militares no compensaban la crisis interna.
Reflexión: La "desigualdad de los asociados" marcó desde el inicio la futura Monarquía Hispánica, con Castilla como socio dominante.