La Corona de Aragón: El Modelo Pactista
A diferencia de Castilla, en la Corona de Aragón triunfó el pactismo: un sistema donde el rey ejercía el poder mediante pactos con las instituciones de cada reino. Cada territorio (Aragón, Cataluña, Valencia) funcionaba casi como un estado independiente.
Esta complejidad obligó a crear instituciones especiales como el virrey (representante del rey en cada territorio), la Generalitat catalana (1359) que se convirtió en el órgano político fundamental de Cataluña, y el Justicia de Aragón que mediaba entre nobles y rey.
Las ciudades también tenían gran autonomía. Barcelona desarrolló un sistema de gobierno propio con consellers que fue imitado por Valencia y Mallorca, aunque controlado por la oligarquía urbana.
Recuerda: Mientras Castilla centralizaba el poder, Aragón lo descentralizaba. Dos modelos completamente opuestos en la misma península.
Guerras Civiles y Conflictos
Los intentos de centralizar el poder generaron guerras brutales. En Castilla, la Primera Guerra Civil (1366-1369) enfrentó a Pedro I con Enrique de Trastámara, quien venció e inició las persecuciones contra los judíos. Más tarde, la Segunda Guerra Civil (1474-1479) acabó con la victoria de Isabel la Católica.
En Aragón, tras la muerte de Martín "el Humano" sin herederos, el Compromiso de Caspe (1412) eligió a Fernando de Antequera como rey. Los conflictos posteriores incluyeron las revueltas de los payeses de remensa y la brutal guerra civil catalana (1463-1472) que terminó con la capitulación de Pedralbes.
El enfrentamiento entre la Busca (artesanos) y la Biga (grandes comerciantes) en Barcelona muestra cómo las tensiones sociales atravesaban toda la sociedad, no solo la política.