La Transformación del Trabajo y los Cambios Sociales Siglo XIX Movimiento Obrero
La industrialización transformó profundamente las condiciones laborales y sociales en Europa, especialmente para mujeres y niños. En la sociedad urbana industrial en la Europa del siglo XIX, las mujeres comenzaron a tener mayor presencia en diversos sectores laborales, principalmente en el servicio doméstico, la industria textil y las tareas agrícolas. Sin embargo, a pesar de cumplir las mismas extenuantes jornadas que los hombres, sus salarios eran significativamente inferiores.
Destacado: El trabajo infantil era considerado parte esencial de la economía familiar durante la Revolución Industrial, con niños sometidos a jornadas de hasta 18 horas diarias.
El impacto industrialización en ciudades europeas se manifestó especialmente en las condiciones laborales de los menores. Los niños trabajaban extensas jornadas de catorce horas, llegando incluso a dieciocho, con salarios ínfimos. La educación quedaba relegada a un segundo plano, limitándose a dos o tres años de escolarización básica. No fue hasta 1833, con la Factory Act en Reino Unido, cuando se estableció la primera legislación significativa prohibiendo el trabajo a menores de nueve años.
Las bases ideológicas del movimiento obrero surgieron como respuesta a estas condiciones. Pensadores como Saint-Simon, Fourier y Owen desarrollaron el socialismo utópico, proponiendo sociedades alternativas basadas en la igualdad y la cooperación. Posteriormente, Marx y Engels elaboraron el socialismo científico, analizando las contradicciones del sistema capitalista y proponiendo la lucha de clases como motor del cambio social.